Su origen se remonta a civilizaciones antiguas, como la egipcia y la china, donde se utilizaban para obtener respuestas y tratar cuestiones fractales, espirituales, emocionales y de salud.
Un péndulo generalmente está compuesto por un peso suspendido de una cadena o cuerda, lo que permite movimientos libres. En la adivinación, el péndulo se usa para responder preguntas simples, como "sí" o "no", basándose en el movimiento (circular o lineal) que realiza en respuesta a la energía del practicante o del entorno.
En el contexto holístico, el péndulo se emplea para identificar desequilibrios energéticos en el cuerpo, ayudar en la limpieza de chakras y detectar bloqueos espirituales. Terapeutas holísticos también lo utilizan para localizar y equilibrar puntos de energía durante sesiones de limpiezas y/o curación.
En resumen, el péndulo es un recurso versátil que combina intuición y energía sutil para facilitar lecturas espirituales, prácticas terapéuticas y procesos de autoconocimiento.